Sevilla nunca se detiene. Pasos apresurados, voces entrelazadas, el eco de una vida que transcurre sin pausa. Y en medio de todo, un músico callejero deja que su guitarra hable por él.
Sus dedos recorren las cuerdas con la serenidad de quien entiende que la música es refugio, pausa, instante suspendido en el tiempo. Bajo las Setas de Sevilla, su melodía se desliza entre los transeúntes, algunos pasan distraídos, otros se detienen por segundos en ese universo de notas.
Al fondo, la torre del Palacio de los Marqueses de la Motilla observa impasible el ir y venir de la gente, testigo de historias que se cruzan sin llegar a tocarse. Mientras la ciudad sigue su curso, los acordes flotan bajo un sol de invierno, envolviendo el bullicio en un vaivén sonoro que convierte lo cotidiano en un instante único.
Foto: Músico Callejero y Torre.
Momento musical: Entre Dos Aguas - Paco de Lucía
No hay comentarios:
Publicar un comentario