Podemos enamorarnos de dos personas a la vez, odiar y querer al mismo tiempo a una misma persona y prodigar auténticas ceremonias de hipocresía con nuestra pareja, amigos, familiares o compañeros. Cada día podemos pensar una cosa y hacer otra distinta; a veces por no hacer daño a los demás y otras por pura conveniencia.
Y así, poco a poco, se entra en el juego, en el juego el de las apariencias, en el de los secretos y mentiras, hasta que en ocasiones es difícil distinguir la apariencia de lo real, tanto para el que tiene ese tipo de actuaciones como para el que las observa de cerca.
Foto: Apariencia celestial.
Momento musical: Mentiras piadosas – Joaquín Sabina
PD: La foto parece un cielo con estrellas, pero es un suelo con cristalitos y luces, nada más, las apariencias engañan.
Besos para tod@s
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