miércoles, 23 de marzo de 2022

UCRONÍA

 


“Serían las palabras adecuadas.
Con la elocuencia justa, hacer explícita
la talla sobre el aire;
un beso tímido, dos, ya sin duda
entrenzados los ojos.

Y en cada encuentro la piel como un fénix
que en la misma ceniza
ya reconoce el vuelo,
con sonrisas que riegan
la orquídea de la luz que cae en la tarde,

los abrazos sin cifra
ni tampoco computados los pasos
—alguno errado—, incluso los bostezos:
la sombra, al fin, tan necesaria siempre
para alguna promesa
que, aun nacida del tacto,
se mantendría inmune a la erosión.

Sería la rutina
en un realismo mágico,
los hallazgos, los juegos con los niños
o al cuadrar la hipoteca,
la discrepancia, el grito inapropiado
al que sigue un perdón tal vez no velocista
pero que nunca deja inconcluso el camino.

Igual que el de los años, las arrugas,
camas impuestas, blanco
de hospitales, el negro inamovible
con el que acaban por hacer su trueque
todos los horizontes y lenguajes.

Y ahora sólo serían las frases oportunas.
Si no fuera el reloj, los minutos sembrados
en medio de los tópicos,
la cuenta ya abonada al camarero
dos sillas que gimen su derrota:

la hora de despedirse
—cada uno hacia su casa—.

Despedirse en silencio, una vez más,
de aquel maldito tiempo que no llega”.

(Raquel Vázquez)











Foto: Dentro y Fuera

Momento musical: Memorias - Libélulas


Besos para tod@s

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