jueves, 8 de enero de 2009

La vida sigue...

Y el sol sale nuevamente cada 24 horas.

Puede habernos azotado la más amarga tempestad, y que nos envuelva la más lúgubre de las penumbras, pero después de la tormenta SIEMPRE vendrá la calma, y, con ella, un poco de luz entre tanta oscuridad. Quizá no brille tanto como antes debido a las sombras que producen las duras ausencias, pero seguirá estando ahí, impulsándonos en nuestro camino.

El barco debe llegar a destino para honrar a los capitanes caídos durante el largo trayecto. Nuestra misión es llevarlo a puerto seguro, y para ello, debemos tener presente que no podemos avanzar hacia delante si estamos mirando en todo momento hacia atrás.

Debemos mirar siempre hacia el futuro, pero sin olvidar jamás lo que ha quedado en el camino.




Y no quiero terminar sin poner el poema que me enviaste y dedicárselo nuevamente a Manolo.



GENTE

Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con sólo sonreír entre los ojos,
nos invita a viajar por otros mundos
y permite florecer todas las magias.

Hay gente que con sólo dar la mano,
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas;
que con sólo empuñar una guitarra
te regala una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con sólo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.

(Hamlet Lima Quintana)





Momento musical: Por esos días - Luis Pastor y Javier Álvarez






PD: Hoy he recibido un correo muy especial, y esta actualización va dedicada a la persona que me lo envió y a Manolo, por supuesto.


"Las personas sólo mueren de verdad cuando se deja de hablar de ellas, cuando dejamos de recordarlas."



Besos para todos y especialmente para ti, Maruchi.


--
Belén

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