Sevilla amanece más suave.
Se respira.
Las calles se dejan andar.
La rutina llega, pero no pesa:
camino con ella.
(𝒳á𝓁𝒾𝓂𝒶)
Foto: Despacio
Momento Musical: Sevilla (Suite Española) - Albéniz
Sevilla amanece más suave.
Se respira.
Las calles se dejan andar.
La rutina llega, pero no pesa:
camino con ella.
(𝒳á𝓁𝒾𝓂𝒶)
Foto: Despacio
Momento Musical: Sevilla (Suite Española) - Albéniz
(𝒳á𝓁𝒾𝓂𝒶)
Foto: Casa nº 3, umbral en silencio
Momento No Musical: Paseo en Silencio en San Martín de Trevejo
(𝒳á𝓁𝒾𝓂𝒶)
Foto: Susurro de piedra y musgo
Momento Musical: Comptine d’un autre été: L'après-midi – Yann Tiersen
Besos para todxs
Al pasar por esta calle, una luz cálida encendió el balcón.
¡Qué maravilla!
Hay atardeceres que no necesitan horizonte para brillar.
(𝒳á𝓁𝒾𝓂𝒶)
“Siempre es conmovedor el ocaso
por indigente o charro que sea,
pero más conmovedor todavía
es aquel brillo desesperado y final
que herrumbra la llanura
cuando el sol último se ha hundido.
Nos duele sostener esa luz tirante y distinta,
esa alucinación que impone al espacio
el unánime miedo de la sombra
y que cesa de golpe
cuando notamos su falsía,
como cesan los sueños
cuando sabemos que soñamos”.
(Jorge Luis Borges)
Hay atardeceres que además del cielo... tiñen el alma.
En el silencio, el día se despide con elegancia.
Y el reflejo nos recuerda que lo hermoso también se desvanece... pero regresa.
(𝒳á𝓁𝒾𝓂𝒶)