“Su padre intenta convencerla de que no hay monstruos en el armario, y ella le hace creer que lo comprende, que ya es mayor, que si su padre le muestra que tras las puertas no hay cosas con dientes ni ventosas, dormirá tranquila por la noche, soñando esos sueños inocentes que los adultos creen que las niñas sueñan, y su padre la tapa y le da un beso, y ella espera un poco para levantarse y abrir de nuevo el armario, pues claro que hay monstruos, y debe alimentarlos, pues hambrientos podrían devorar a su padre, que no les ve.”
(Jordi Cebrián)
Allí donde unos ven, otros dicen no ver nada...
Así la vida.
Foto: María al acecho…
Momento musical: Lullaby – Marlango
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