Una vez en Galápagos Darwin se desilusionó por la árida vegetación, pero su fascinación por estas islas fue creciendo con cada nuevo día en las Galápagos. Permaneció cinco semanas en el archipiélago, tomó muchas anotaciones sobre la vida silvestre y los entornos que veía, observó muchas plantas y animales que eran muy distintos de las especies de la parte continental de América del Sur. También reunió miles de especies que llevó a su país.
La travesía del Beagle regresó a Inglaterra en 1836. El científico tardó más de 20 años en sintetizar sus observaciones en sus innovadoras teorías de selección natural, publicadas en el libro ‘Sobre el origen de las especies’, en 1859. Los fundamentos de aquel trabajo sobre la evolución de las especies continúa siendo una piedra angular de la ciencia biológica en la actualidad.
Las Galápagos fueron declaradas Parque Nacional en 1959, protegiendo así el 97,5% de la superficie terrestre del archipiélago.
Siempre hemos asociado a Charles Darwin con el tema de evolución y selección natural, y a su vez, decimos que las Islas Galápagos son el laboratorio de la evolución. Sin embargo, la relación entre Charles Darwin y las Islas Galápagos es directamente proporcional al poder de observación que todos los seres humanos tenemos (unos más que otros).
Fotos: Monumentos a Darwin en la Isla de San Cristóbal y animalitos de la misma isla que nos acompañaban todos los días.
Momento Musical: Suite Para Cello - Bach
Besos para tod@s
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