"Ay hijo, sabes, sabes
de dónde vienes?
De un lago con gaviotas
blancas y hambrientas.
Junto al agua de invierno
ella y yo levantamos
una fogata roja
gastándonos los labios
de besarnos el alma,
echando al fuego todo,
quemándonos la vida.
Así llegaste al mundo.
Pero ella para verme
y para verte un día
atravesó los mares
y yo para abrazar
su pequeña cintura
toda la tierra anduve,
con guerras y montañas,
con arenas y espinas.
Así llegaste al mundo.
De tantos sitios vienes,
del agua y de la tierra,
del fuego y de la nieve,
de tan lejos caminas
hacia nosotros dos,
desde el amor terrible
que nos ha encadenado,
que queremos saber
cómo eres, qué nos dices,
porque tú sabes más
del mundo que te dimos.
Como una gran tormenta
sacudimos nosotros
el árbol de la vida
hasta las más ocultas
fibras de las raíces
y apareces ahora
cantando en el follaje,
en la más alta rama
que contigo alcanzamos".
(Pablo Neruda)
𝗤𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗮 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗮:
𝘈𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘴𝘪𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘤ó𝘮𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘥í𝘢 𝘢 𝘥í𝘢 𝘥𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 ti 𝘦𝘴𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘪𝘵𝘢, 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘫𝘢𝘮á𝘴 t𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳á𝘴 𝘴𝘰𝘭𝘢, 𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘴𝘶 𝘭𝘢𝘵𝘪𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘮𝘦𝘭𝘰𝘥í𝘢.
𝘈𝘩𝘰𝘳𝘢, 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘰𝘯𝘵𝘢ñ𝘢 𝘳𝘶𝘴𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴; 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵á𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻 𝘺 𝘥𝘦 𝘳𝘦𝘱𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘴 𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰, 𝘢 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘵𝘦 𝘵𝘳𝘪𝘴𝘵𝘦, 𝘮𝘶𝘺 𝘤𝘢𝘯𝘴𝘢𝘥𝘢 𝘦 𝘪𝘮𝘱𝘢𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦.
𝘈𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘥í𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘥í𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘪𝘣𝘪𝘳 𝘦𝘭 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘳𝘦𝘨𝘢𝘭𝘰 𝘥𝘦 𝘵𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢….
𝘛𝘦 𝘥𝘦𝘥𝘪𝘤𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘱𝘰𝘦𝘮𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳 𝘵𝘶 𝘢𝘭𝘮𝘢 𝘺 𝘵𝘶 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰, 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘰 𝘴𝘪𝘳𝘷𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘰𝘦𝘴í𝘢.
PARA ZAHIRA, gran mujer que será una gran madre.
Foto: El Vientre En Llamas
Momento Musical: Al fondo a la Izquierda - Pastora Soler
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