Acojo en mi hogar palabras que he encontrado
abandonadas en mi “palabrera”. Examino cada jaula
y allí, ladrando vocales y consonantes, encuentro a
sucios verbos que lloran después de ser abandonados
por un sujeto que un día fue su amo y de tan creído
que era prescindió del predicado.
Esta misma semana han encontrado a un par de
adjetivos trastornados, a tres adverbios muertos de
frío y a otros tantos, de la raza pronombre, que sueñan
en sus jaulas con ser la sombra de un niño.
Señalo entonces a las palabras que llevan más días
abandonadas y me las llevo a casa: las vacuno de la
rabia y las peino a mi manera como si fueran hijas
únicas, porque en verdad todas son únicas.
Acto seguido y antes de integrarlas en un parvulario
de relatos o canciones, les doy un beso de tinta y les
digo que si quieres ganarte el respeto nunca hay que
olvidarse los acentos en el patio.
A veces, les pongo a mis palabras diéresis de colores
imitando diademas y yo solo observo cómo juegan en
el patio de un poema.
Casi siempre te abandonan demasiado pronto y las
escuchas en bocas ajenas, y te alegras y te enojas
contigo mismo, como con todo lo que amamos con
cierto egoísmo.
Y uno se queda en casa, inerte y algo vacío, acariciando
aquel vocablo mudo llamado “silencio” siempre fiel,
siempre contigo.
Pero todo es ley de vida. Como un día
me dijo el poeta Halley:
“Si las palabras se atraen que se unan entre ellas y a
brillar ¡que son dos sílabas!”
(LOL)
Mitad cantada.... y mitad recitada
(y nada menos que por Serrat)
No puedo pasar sin dedicarle una entrada en el blog,
me parecen geniales las dos partes...
y tampoco puedo dejar de dedicarsela a otra gran artista:
TRINIDAD RIVAS.
(va por ti Dorris)
Foto: Letras
Momento musical: El poeta Halley - Love of lesbian
Besos para tod@s
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