domingo, 16 de septiembre de 2007

Espejito, espejito.


El espejo parlante, cómplice de la madrastra de Blancanieves, ha dejado de ser un objeto mágico y de cuento para convertirse en realidad.
Las clientas de algunas boutiques de Nueva York, ya pueden hablar con los espejos de los probadores y preguntarles si la prenda que pretenden adquirir las embellece o les queda como para matarlas. Y ellos, solícitos, les dicen que las hace más delgadas, o que ni se les ocurra ir por la calle de semejante guisa.
¡Que sí, que es verdad!
Aquí está la noticia completa:
http://actualidad.terra.es/articulo/html/av21479449.htm
Menuda pasada ¿no?

No hay comentarios: